lunes, 18 de junio de 2007

Auxiliar de Clínica

Aquella mujer era el final de la vida tal como se entiende o quizás lo era su chico que trabajaba de auxiliar de clínica pero había estudiado únicamente la trayectoria de las cosas al caer. Uno de los dos serían el Apocalipsis lo quisieran o no; como la peste negra o el incendio de Roma. Igual que si Nerón se fuese de pedo con sus amigos y sus cuerpos se curvasen ante la presencia del alcohol o como si Bizancio volviese a derrumbarse, las plagas de Egipto sobre nuestras yagas, Magic Johnson recarcomido por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida...los aleros del mundo abrasados contra la ceniza expulsada del Vesubio. Pero el día que ella le dijo que lo hicieran fuera de la cama, una manta extendida en la ancha chopera, con las estrellas girando alrededor de Orión a mil revoluciones por minuto, toda esta destrucción dejó de tener importancia en cuanto el pecho suave y grave de la chica se derritió en la boca de él, como por arte de magia, como un milagro o una nueva religión para los hombres. Tu cuerpo y tus caderas, brazos, pelo serán la alianza nueva, sagrada y eterna; tu semen y flujo y saliva serán mi sangre con la que beberemos el verdadero pacto. La nueva vida. El nuevo reinado del horror y de la belleza...tan íntimamente relacionadas...por los siglos de los siglos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gran escrito, la vida es una especie de clínica de los horrores donde venden putefracción y moldes de existencia

un abrazo

Beatrix Kidoo dijo...

Vaya par de cenizos, por dioxx!! La vida es una mierda pero ya que no hay otra al menos disfrutémosla! A follar se ha dicho!!

BESOSONRISA!!!